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❝Este poder...❞
Seiryū, al poseer el elemento de la madera aunque también conocido como naturaleza, es capaz de crear vida vegetal a su antojo. A parte de este útil don, posee la habilidad de vuelo y teletransporte, pudiendo ir a cualquier lugar velozmente. Tiene control sobre las estrellas de la zona este y no solo eso. Es capaz de crear estrellas y acabar con estas, pudiendo crear una simulación del cosmos en la tierra con ayuda de estas. La saliva de esta deidad es pura lava cuando desea, quemando con su aliento ígneo todo lo que se le ponga por delante.
Seiryū solo posee una forma original conocida como la Forma Ancestral. Esta forma consta de un cuerpo casi transparente de un brillo celeste intenso y formado por estrellas, siendo las principales las que forman la figura de este como una constelación, unidas por líneas.


Esta forma jamás fue vista por nadie, pues Seiryū solo dejará ver su verdadero ser a aquellos que posean un corazón puro y crea él que es de confianza.
En la tierra, su forma pasa a ser una más solida, pero sin una figura fija, pues prefiere variar su físico a tener que prevalecer con uno solo. El único fijo que mantiene es el de su forma humanoide.
A parte de varias habilidades más que se le tiene prohibido exhibir, Seiryū posee conocimiento del universo al igual que sus compañeros en Feng Shui, pero lamentablemente no puede decir nada de los secretos del mismo. Esto crea en la deidad una figura mística y llamativa para muchos.
DÍA 10 DE ENERO
El primer día diez del año, Seiryu es capaz de conceder un deseo por persona siempre y cuando este vea que se lo merece y no salga de las posibilidades de la deidad. ¿Por qué el día diez? En un principio, su constelación estaba formada por solo diez estrellas, luego algunas se unieron a su estructura. Esto no lo sabe casi nadie, pues solo aquellos grandes monjes chinos sabían sobre ese día, ya que eran iluminados por dioses.
El guardián no puede:
— Devolverle la vida a alguien que murió por algo natural.
— Conceder conocimientos divinos.
— Convertir a alguien en Dios.
— Matar a alguien por la petición.
— No se puede pedir más deseos.
Actualmente
A Qinglong le llegó la orden de destruir la Tierra, pues los Padres del Todo vieron a la humanidad como un error. Una plaga. Algo que debía ser extinguido cuanto antes.
Cuando esto fue ordenado, Qinglong ya se había enamorado de esa creación suya e, incapaz de destruirlo, decidió llegar a un acuerdo con los dioses.
"Por cada acción imperdonable que ellos hagan, yo recibiré un castigo por vuestra parte, padres."
Y así fue. Durante un largo tiempo, Fue torturado, recibiendo heridas grandes por todo su cuerpo que, si se extendía durante mucho tiempo, acabarían con la vida del guardián, mas, hace poco, los dioses se compadecieron de los sentimientos del dragón, viendo lo bueno de los humanos y no solo lo malo. Por ello y, aunque no le han dicho nada a Qinglong, lo ponen a prueba. Ponen a prueba su lealtad hacia su creación siguiendo aún el trato del guardián del este, salvo que las heridas son más leves y no lo llegaran a matar jamás.
AUTOROL DE ESTE SUCESO.
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